La música de ELO es «LA BANDA SONORA DE MI VIDA»
Hay quienes me preguntan el por qué de mi afirmación cuando digo: «La música de ELO es LA BANDA SONORA DE MI VIDA», y posiblemente pueda garantizar ahora, y cada vez con mayor rotundidad, que estoy en lo cierto. Adelanto que mi padre, Damián, saxo tenor y músico de orquesta, quizá ayudó a inculcar en mi la pasión por la música, lo cual le agradeceré inmensamente y durante toda mi vida…
Desde el año 1976 escucho ELO con verdadera pasión, cuando oí el incomparable e irrepetible A NEW WORLD RECORD y me enamoré de él.
Recuerdo escuchar alguno de los discos de ELO en mi antiguo giradiscos y quedarme completamente prendado y extasiado por su creatividad musical y orquestación. Esos eran momentos únicos que prefería a cualquier otro, por mucho que estos ofrecieran. Los fines de semana eran especialmente musicales antes de salir de casa con los amigos. Juro que pasé grandes días escuchando cada uno de los nuevos álbumes de ELO que fui consiguiendo, bien comprados con posterioridad a la fecha de su edición o bien recién editados. Grandiosos momentos. Indescriptibles. Algunos de esos discos llenaron espacios inmensos como el cosmos mismo de felicidad. El lanzamiento del álbum OUT OF THE BLUE fue uno de ellos. Sólo podía esperar la siguiente entrega para volver a sentir la increíble sensación de desprecintar el nuevo blíster y ver y observar con toda la atención del mundo, qué traía la portada, la contraportada y sobre todo el interior, mientras sonaba la nueva obra maestra de un JEFF LYNNE inagotable y pletórico de creatividad sonora. Un genio sin parangón. Mientras, examinaba minuciosamente cada detalle de su portada como buscando un secreto oculto, una joya escondida. Siempre tardaba a llegar la siguiente entrega, pero hoy, si volvemos la vista atrás, veremos la inmensa cantidad de canciones que ha dejado JEFF como legado de ELO y la inmensa suerte que hemos tenido de coincidir en el tiempo durante el nacimiento de tantas estrellas musicales en forma de canciones en el firmamento musical ELO.
Hoy, ya con más de 63 años, y después de más de 25 al frente de la web ELO ESPAÑA como homenaje a JEFF LYNNE y el mundo musical que creó, miro hacia atrás y pienso que hace 48 años que le conozco, y son pocos los días que he pasado sin que una canción o melodía suya suene en mis oídos o simplemente la reproduzca o tararee mi mente de forma autónoma sin siquiera ir a buscarla. Se ha vuelto algo familiar y tan necesario como el respirar.
De hecho, son varios los años que salgo a caminar diariamente y, llevo conmigo un equipo de audio (años atrás fue un ipod, después fue spotify el que me acompañaba en el móvil) hoy es una nube personal la que me surte de mi música preferida, en la cual podéis imaginar qué álbumes de música tengo… Aunque bien es cierto que no todo es ELO/JEFF (todo hay que decirlo). También llevo a TRAVELING WILBURYS, IDLE RACE, THE MOVE… y, muchos otros. No sólo de pan vive el hombre…
Aproximadamente dos horas, o unos ocho kilómetros después de salir cada día de casa vuelvo al punto de partida, cansado y «musicado». Y como escucho toda mi selección de álbumes de forma aleatoria, es prácticamente imposible que al menos un tema de ELO no aparezca cada día y resuene en mis oídos. Ese es el punto sorpresa y cumbre del recorrido diario, me encuentre donde me encuentre. Ese es el momento en el que me aparece una sonrisa que, si me hallo en el casco urbano, esquiva las miradas, como evitando que me roben ese recuerdo que me trae el momento en el que tuve delante mío a JEFF LYNNE en el año 2014. Mientras tanto escucho incrédulo a quien años atrás me fascinaba por su música igual que lo hace hoy, pero con un «extra» que lo hace «insuperablemente sublime», haberle conocido personalmente, haber estrechado su mano y haber recibido de su parte un regalo exclusivo y único que, por mucho que me pellizque sigue frente a mi como testigo de que hay ocasiones en que la realidad supera los sueños.
Aunque de ELO/JEFF podría alimentarme siempre (musicalmente hablando), en mi ipod, spotify y ahora mi nube llevo otras bandas, que puedo resumir en una breve lista como curiosidad, porque cabe la posibilidad de que coincidamos bastante en los gustos por aquello de haberlo hecho también como fans de JEFF LYNNE. Estos son algunos: los psicodélicos Pink Floyd, el rítmico Mike Oldfield, Supertramp, Eagles, el magestuoso Alan Parsons, los progresivos Genesis, The Moody Blues, Camel, el genial e irrepetible Jethro Tull, Mike & The Mechanics, Jean Michel Jarre, los electrónicos Kraftwerk, el maravilloso Eric Clapton, Dire Straits, Marillion, Barclay James Harvest, U2, Vangelis, los fantásticos Chicago, Chris Rea, desde hace poco y como gran descubrimiento The Divine Comedy… y por supuesto George Harrison, Roy Orbison, Tom Petty, Joe Walsh, Bryan Adams, Miss B. Haven…
Una nota para quienes todavía sientan que les falta algo «especial» por descubrir y que no conozcan, les dejo estos datos: Robin Zander (…de nuevo los Traveling), Anni B Sweet (…con una producción muy cuidada) y Old Future Crash (…los hijos de ELO).
La música de ELO/JEFF prácticamente me ha acompañado siempre. Desde que cumplí los 16 años… más de 48 a día de hoy. Casi toda una vida. Por eso puedo afirmar sin temor a equivocarme que, «La música de ELO es LA BANDA SONORA DE MI VIDA».
GRACIAS JEFF.
ELOSPAIN:
There are those who ask me why I say, "ELO's music is the soundtrack of my life," and I can now, with increasing certainty, guarantee that I am right. Let me begin by saying that my father, Damián, a tenor saxophonist and orchestra musician, probably helped instill in me a passion for music, for which I will be immensely grateful throughout my life.
Since 1976, I have listened to ELO with true passion. It was when I heard the incomparable and unrepeatable A New World Record that I fell in love with it.
I remember listening to some of ELO's records on my old turntable and being completely captivated and enraptured by their musical creativity and orchestration. Those were unique moments I preferred over any other, no matter how appealing the alternatives were. Weekends were especially musical before heading out with friends. I swear I spent great days listening to every new ELO album I acquired, whether purchased after its release date or freshly released. Grand moments. Indescribable. Some of those records filled vast spaces, as immense as the cosmos itself, with happiness. The release of the album Out of the Blue was one of those moments. I could only wait for the next release to once again feel the incredible sensation of unwrapping the new record and carefully examining, with all the attention in the world, what the cover, back cover, and especially the interior had to offer while the new masterpiece of an inexhaustible and creative Jeff Lynne played. A genius without equal. Meanwhile, I meticulously examined every detail of the cover as if searching for a hidden secret, a concealed treasure. The next release always took too long to arrive, but today, looking back, we can see the immense number of songs Jeff has left as ELO’s legacy and the tremendous fortune we have had to live during the birth of so many musical stars in the ELO musical firmament.
Today, now over 63 years old and after more than 25 years at the helm of the ELO España website as a tribute to Jeff Lynne and the musical world he created, I look back and think it’s been 48 years since I first discovered him. There are very few days I’ve spent without one of his songs or melodies playing in my ears, or simply being replayed or hummed autonomously in my mind without me even seeking it out. It has become something familiar and as necessary as breathing.
In fact, for many years now, I’ve taken daily walks carrying an audio device (years ago it was an iPod, later Spotify on my phone, and today a personal cloud supplies me with my favorite music). You can imagine which albums I have... Although, it’s true, not everything is ELO/Jeff (let’s be fair). I also carry music from Traveling Wilburys, Idle Race, The Move, and many others. Man does not live by bread alone.
About two hours—or roughly eight kilometers—after leaving home each day, I return to my starting point, tired but "music-filled." Listening to my entire selection of albums on shuffle makes it nearly impossible for at least one ELO track not to appear each day and resonate in my ears. That is the surprise and peak moment of my daily walk, no matter where I am. That is the moment when a smile appears, and if I find myself in an urban setting, I avoid others' gazes, as if to guard that memory of when I stood before Jeff Lynne in 2014. In those moments, I incredulously listen to the man who amazed me with his music years ago and continues to do so today, but with an "extra" that makes it "unsurpassably sublime": having met him in person, shaken his hand, and received from him an exclusive, unique gift that—no matter how much I pinch myself—still stands before me as a testament to the times when reality surpasses dreams.
Although I could always live (musically speaking) on ELO/Jeff alone, my iPod, Spotify, and now my cloud include other bands, which I’ll summarize in a brief list out of curiosity. There’s a good chance we share similar tastes, being fans of Jeff Lynne. These are a few: the psychedelic Pink Floyd, the rhythmic Mike Oldfield, Supertramp, Eagles, the majestic Alan Parsons, the progressive Genesis, The Moody Blues, Camel, the brilliant and unrepeatable Jethro Tull, Mike & The Mechanics, Jean Michel Jarre, the electronic Kraftwerk, the wonderful Eric Clapton, Dire Straits, Marillion, Barclay James Harvest, U2, Vangelis, the fantastic Chicago, Chris Rea, and recently, a great discovery: The Divine Comedy. And, of course, George Harrison, Roy Orbison, Tom Petty, Joe Walsh, Bryan Adams, Miss B. Haven...
A note for those who feel something "special" is still missing in their discoveries: I’ll leave you with these suggestions—Robin Zander (...once again, the Traveling), Anni B Sweet (...with very polished production), and Old Future Crash (...ELO’s heirs).
ELO/Jeff's music has practically always been with me. Since I turned 16… over 48 years ago now. Almost an entire lifetime. That’s why I can confidently say, without fear of being wrong, that "ELO’s music is the soundtrack of my life."
Thank you, Jeff.
La genética nos condiciona en gran medida; Damián tu padre estará orgulloso de su mELOmano hijo.
Un abrazo, aunque tuve la fortuna de poder dartELO el día que Jeff cumplió un año más.