Es posible…
¿Está escrito nuestro destino o somos nosotros capaces de modificarlo a nuestro antojo?
Minutos antes de este instante, hasta en tres ocasiones cruzamos nuestras miradas entre la aglomeración de gente que buscaba su propio encuentro con él y la seguridad personal (necesaria y reconozco que imprescindible), como si fuésemos conscientes de que no podíamos evitar este momento que para mi significó alcanzar una meta imposible, y digo esto con conocimiento de causa.
Mi idea era llegar a ver en persona a JEFF LYNNE… tan sólo eso… a la persona que puso la sintonía musical de mi vida desde que cumplí los 15 años. A alguien que ha formado parte de mi familia sin él saberlo y que reconoce así todo aquel que me conoce.
Y no sólo le ví, sino que pude estrechar su mano y recoger tres firmas suyas en tres de sus trabajos en un lugar emblemático y con un mensaje subliminal especial que incluye la misma fotografía… y todo gracias a alguien que abrió ese muro que me parecía infranqueable y al que indudablemente tengo que agradecer la amabilidad que ha tenido conmigo prácticamente desde que le conocí. Él es Phil Hatton. Este encuentro se produjo gracias a él, y el mérito también.
Los sueños se hacen realidad. Ahora lo sé. No hay meta que no se pueda alcanzar y siempre hay una frente a cada uno de nosotros. Actualmente la mía es de otra índole…
Mi más sincero agradecimiento también a quién me regaló una de las pocas invitaciones que había para fans de todo el mundo que no es otro que Mike Olley. Gracias de veras. A mi mujer y mis dos hijas que me aguantan, y, cómo no, a Mauri Martínez acompañante y cómplice de este viaje y a su hijo Marcos, nuestra voz en Inglaterra. No tengo palabras ni en español… Gracias a todos…
Y, cómo no, a JEFF LYNNE… por… tantas cosas, que no soy capaz de expresar en tan poco espacio…
No descarto poder repetir la experiencia porque ahora sé que ES POSIBLE…
ELOSPAIN:
Is our destiny written or are we capable of modifying it at will?
Minutes before this moment, on up to three occasions we exchanged our glances between the crowd of people who were looking for their own meeting with him and personal security (necessary and I admit essential), as if we were aware that we could not avoid this moment that for My meant reaching an impossible goal, and I say this knowingly.
My idea was to get to see JEFF LYNNE in person… just that… the person who put the musical tune of my life since I turned 15 years old. To someone who has been part of my family without him knowing it and who everyone who knows me recognizes in this way.
And not only did I see him, but I was able to shake his hand and collect three of his signatures in three of his works in an emblematic place and with a special subliminal message that includes the same photograph… and all thanks to someone who opened that wall that seemed insurmountable to me andI certainly have to thank you for the kindness you have shown me practically since I met you. This is Phil Hatton. This meeting took place thanks to him, and merit too.
Dreams come true. Now I know. There is no goal that cannot be reached and there is always one in front of each one of us. Currently mine is of a different nature…
My most sincere thanks also to who gave me one of the few invitations there were for fans from all over the world who is none other than Mike Olley. Thank you really. To my wife and my two daughters who put up with me, and, of course, Mauri Martínez, companion and accomplice on this trip, and his son Marcos, our voice in England. I don't even have words in Spanish… Thank you all…
And, of course, to JEFF LYNNE… for… so many things that I am not able to express in such a short space…
I do not rule out repeating the experience because now I know that it IS POSSIBLE…